PUERTO MONTT.- A las 15 horas del viernes quedó posicionada la primera de las dos plataformas que realizarán estudios de la Roca Remolino en el canal de Chacao.
Se trata de la plataforma Humber, de 18 por 24 metros, que realizará las faenas de perforación en cuatro puntos de la roca, para determinar las características de la misma y confirmar la factibilidad de construir el puente a Chiloé, con un soporte sobre este promontorio. En la actualidad, se están instalando los equipos para el sondaje, los que debieran estar concluidos este sábado. Entonces, se iniciarán las labores específicas para la cual fue instalada en ese sitio.
Trabajo de armado
La plataforma fue armada en Puerto Montt, ciudad desde la que salió el pasado martes a las 14 horas y trasladada vía marítima por un remolcador. A Chacao llegó el miércoles, pero su instalación se realizó el viernes, lo que se concretó sin problemas a las 15.10 horas, aproximadamente. La Humber está anclada al fenómeno natural con cuatro patas hidráulicas, acomodadas en profundidad de acuerdo a las irregularidades del terreno. De hecho, en el transporte, el largo de las patas fue reducido a un mínimo de seis metros (máximo de 30), lo que se repetiría con la Paraná, plataforma de mayores dimensiones que arribará en octubre."Los factores climáticos del sector tanto de viento como las variaciones de las mareas y las corrientes marinas, incidieron favorablemente para el posicionamiento de la plataforma", dijo el seremi de Obras Públicas, Miguel Silva. Ambas se ubican en el punto más cercano entre el continente y la Isla Grande de Chiloé, a la altura de las torres de alta tensión. La Humber, se ubica en el costado sur y la Paraná, en el norte.
Construcción del puente
Pero en la maquinaria ya instalada trabajan 28 personas, asistidas desde el sector de Chacao, estación donde ya existen oficinas de la empresa Belfi -encargada de las obras- y el Ministerio de Obras Públicas. Las perforaciones de la Humber se iniciarán entonces, este fin de semana, o a inicios del próximo, de modo que los estudios completos estarían terminados en tres meses, es decir, en noviembre, según información proporcionada por personal del MOP. Sólo entonces se podrá saber si es posible materializar el tipo de puente contemplado, vale decir, con un soporte en la mitad de la estructura, la que soportará la roca Remolino.
Si la roca no pudiera soportar el armatoste, debería construirse un puente sin soportes entre los extremos -aproximadamente 2.407 metros-, lo que multiplicaría los valores actualmente estimados entre 350 y 400 millones de dólares. Una vez que comiencen las obras, la construcción del puente sobre el canal demorará cinco años. Con toda seguridad se tratará de una de las obras más complejas de Latinoamérica. Los mil 500 hombres que trabajarán en la obra deberán instalar en ese plazo más de 90 mil metros cúbicos de hormigón. Sólo las fundaciones utilizarán 32 mil 200 m3, otros 22 mil 800 m3 se necesitarán para levantar las tres torres (de 180 metros, las principales), mientras que los macizos de anclaje requerirán de 34 mil 400 m3 adicionales.
En cuanto al acero, la mayor parte se necesitará para la estructura del tablero central. En total 19 mil 500 toneladas. Otras 8 mil 800 toneladas serán utilizadas en los dos cables principales (cada uno de 60 centímetros de diámetro), mientras que las péndolas, sillas y anclajes necesitarán de mil 770 toneladas adicionales. En acero de refuerzo se requerirán otras 12 mil 500 toneladas entre las fundaciones, las torres y los macizos de anclaje.
Transbordadores
Actualmente desempeñan faenas en el canal de Chacao ocho transbordadores, pertenecientes a las compañías Cruz del Sur y Transmarchilay. De esto dependen aproximadamente 190 empleados, los que salen cada 10 minutos durante el día y cada 30, en las noches, momento en el que quedan operando tres naves. Aproximadamente el 70% de los vehículos movilizados corresponde a empresas salmoneras, que son los principales usuarios de este servicio entre Chacao (Chiloé) y Pargua, en el continente.
Aporte del Mercurio de Santiago.
Pablo Ramirez Torrejon