La odisea de los discapacitados para votar, donde esta la ley
"El año pasado, para las municipales, me tuvieron que subir como faraón al segundo piso del colegio, porque allí estaba mi mesa de votación. La escalera era estrecha. Ni Carabineros ni las Fuerzas Armadas reciben capacitación sobre cómo tomar una silla de ruedas. No saben. Y los pasillos se llenan de gente que hace fila para poder entrar a las urnas. Menos mal que yo domino muy bien el lápiz con mi muñón y puedo votar sin problema, pero otros discapacitados necesitan la asistencia de otra persona y no siempre se les permite", dice Carlos Kaiser, encargado de la oficina de discapacidad de la Municipalidad de Algarrobo.
Carlos es amputado cuádruple congénito. Es decir, no tiene brazos ni piernas desde su nacimiento. En 2004 votó en El Quisco, pero este año lo hará en Algarrobo y en un primer piso, pues como encargado de la materia en el municipio se preocupó personalmente de erradicar estos obstáculos.
El tema del acceso preocupa en estos días a David Albala, quien votará por primera vez como discapacitado luego que hace tres años sufriera un accidente de tránsito que ahora le impide caminar. "Espero que el local sea accesible para mi silla de ruedas. Habrá que ver el domingo", dice. Sin embargo, para Albala ese no es el mayor obstáculo que deben sortear los discapacitados a la hora de ir a ejercer su derecho a voto. "Es no ser considerado por los candidatos presidenciales. Ninguno de ellos, en ningún foro, se pronunció sobre nosotros. No sé por qué, pero se farrean a este grupo de electores que también quieren ser considerados en los programas de gobierno", dice.
Carlos y David no hablan en vano. Pese a las dificultades que pueden padecer para ir a sufragar, llaman a la población discapacitada –que supera el millón de personas en Chile- a ejercer sí o sí su derecho ciudadano. Por ello ambos son rostros del spot televisivo "Sufragio de personas con discapacidad: la nueva fuerza electoral".
La campaña fue creada por el Programa Jurídico Sobre Discapacidad de la Universidad Diego Portales y hace hincapié en la cantidad de electores con discapacidad que existen y cómo éstos podrían eventualmente cambiar el destino de una elección. Para Albala, el Estado y los políticos han hecho muy poco para que la población discapacitada ejerza su derecho ciudadano. "Piensa sólo en algo. El 31 de diciembre de 2003 se promulgó la ley de accesibilidad total. Pero casi nadie la cumple. Ni los edificios públicos ni los privados que reciben gente. Y no se cursan los partes ¿por qué? ¿Por qué hacen la vista gorda? ¿Por qué se trata de discapacitados? No tengo una respuesta", dice.
Para Jorge Muñoz las cosas son distintas. Lleva años de votante y ya conoce al dedillo el sistema. No le queda otra si quiere votar por quien desea. Como presidente de la comisión de la discapacidad de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF) se preocupa de conocer con anterioridad cómo será el voto cuando sale publicado en los medios de comunicación. Jorge es ciego y para la población no vidente no existe un voto en sistema braile. "Actualmente se utiliza una plantilla que es de plástico en la que se coloca el sobre. Esa plantilla tiene un calado, una ranura que queda frente al nombre de cada candidato, entonces uno al tacto puede percibir la posición de las ranuras, recordar el número o ubicación en el voto del candidato y marcar su preferencia".
Es decir, el votante ciego debe saber de memoria el lugar exacto donde se encuentra ubicada la opción de su candidato en el voto. Un trabajo de joyería si hablamos de diputados y senadores. "En mi caso yo me aprendo todo el voto de memoria. Los diarios publican generalmente un ejemplar del voto y lo aprendo. Pero claramente eso podría perfeccionarse en elecciones futuras. Además muchas veces la gente va a votar y tiene que esperar mucho rato porque no está la plantilla para ciegos. Eso me pasó para unas municipales en Valdivia. No existía la plantilla y yo exigí mi derecho a votar e ingresé con un familiar a la urna, porque era responsabilidad de ellos tener la plantilla allí".
Pero otros discapacitados con problemas motrices, que sufren de movimientos involuntarios, que no pueden manipular bien un lápiz o no tienen la información para aprenderse de memoria un voto, no pueden ingresar con alguien de confianza a las urnas para que los ayuden a sufragar. La ley lo prohíbe.
La ley que no fue
La actual normativa no permite que las personas discapacitadas sean acompañadas hasta la cámara, pues el voto es secreto. Tampoco permite que se les ayude a votar, a pesar que evidencien problemas físicos para hacerlo. Para subsanar esto un grupo de diputados DC presentaron una moción destinada a posibilitar el voto asistido para esta población, cuyo fin es que puedan ingresar a la urna con una persona de su confianza, sin distinción de sexo. Para ello la discapacidad debería ser acreditada con la credencial o certificado de inscripción en el Registro Nacional de la Discapacidad. Asimismo, la moción aseguraba un acceso expedito y adecuado al local de votación tanto para las personas con discapacidad como para quienes los asistan en el voto.
Aseguraba, porque la ley no vio la luz para esta elección.
Andrea Zondek, secretaria ejecutiva del Fondo Nacional para la Discapacidad (Fonadis), sabe que esta ley entró a la Cámara de Diputados hace un año, casi después de las elecciones municipales, pero no conoce el destino que tuvo esta iniciativa. "Habría que preguntarles a ellos (diputados) qué pasó con esa iniciativa. Esa ley ingresó cuando venían las elecciones municipales y si no han avanzado en ella son los diputados los que deben responder por qué no le han dado prioridad", dice.
El diputado Patricio Cornejo, uno de los autores de la ley, señala que la responsabilidad no es de ellos, sino del Senado, donde la norma quedó durmiendo. "No alcanzó a ser ley. La Cámara de Diputados la despachó en todos sus trámites. Pasó al Senado y en el Senado no fue aprobado antes de esta elección. La Cámara de Diputados la despachó en un mes y medio y ellos podrían haber hecho lo mismo. Yo le cargo los dados al Senado y muy particularmente a la Comisión de Salud" dice tajante.
El presidente de dicha comisión, el senador José Antonio Viera-Gallo, negó que este proyecto haya pasado por sus manos. "Creo que el diputado está equivocado, porque me preocupé especialmente de preguntar qué temas habían quedado en carpeta y ese no estaba. Debe haber ido a otra comisión", dijo. No estaba equivocado. Efectivamente el proyecto está agendado para ser analizado el próximo 14 de diciembre por la Comisión de Gobierno, Descentralización y Regionalización del Senado. Justo para después de las elecciones, por cierto.
Fono-voto
La autoridad del Fonadis no considera que el Estado haya hecho poco por facilitar el derecho a sufragio a esta población. "Esto es un proceso diario, un cambio cultural que es lento, pero se han ido dando los pasos correctos. Por eso se han creado iniciativas como el fonovoto. Creo que hemos avanzado muchísimo y no hay desidia ni menos un tema de que no nos hemos preocupado", se defiende.
Paradójicamente reconoce que "muchas personas con discapacidad pudiendo ejercer ese derecho no manifiestan hoy esa voluntad porque las garantías no están dadas para que efectivamente puedan ejercer su derecho a voto". Entre las iniciativas positivas se destaca la línea 600 555- 55- 55 (fonovoto) donde las personas con discapacidad de todo el país pueden llamar y describir las dificultades que han tenido o que podrían tener cuando lleguen a su lugar de votación. "Luego nosotros informamos al Servicio Electoral para buscar soluciones que faciliten la votación a la personas con discapacidad" dice Zondek.
Para mejorar el sistema, el Fonadis hizo un seguimiento a los llamados de 2004. El informe arrojó que los requerimientos más frecuentes fueron personas solicitando que se les permitiera votar con un acompañante de su confianza; pidiendo que hicieran llegar solicitudes para que sus mesas de votación estuvieran ubicadas en los primeros pisos y que pedían cooperación de carabineros para que se les permitiera ingresar a las zonas de votación en autos.
Todas estas inquietudes fueron remitidas al Servicio Electoral, y un 90% de las personas contactadas con posterioridad al proceso electoral se manifestó conforme, según Fonadis. Del 10% restante, una pequeña cantidad no logró adecuaciones en sus locales de votación, mientras del resto optó por excusarse de votar, y por ende, no conocieron las condiciones de los lugares de votación.
¿Los problemas? La difusión de este fono es escasa y claramente no es la solución para el problema. LN
Las ofertas según candidatos
(SEGÚN PROGRAMA DE GOBIERNO PUBLICADO EN SUS PAGINAS WEB OFICIALES)
• Michelle Bachelet: La candidata de la Concertación promete impulsar la aprobación del voto asistido para personas discapacitadas y fortalecer su derecho a sufragio. También establece incorporar en el estatuto administrativo "que la condición de discapacidad no obste a la exigencia de salud compatible para cargos públicos".
• Joaquín Lavín: El candidato de la UDI no integra a los discapacitados en sus 50 propuestas prioritarias ni en los grupos a los que "les promete alas". Sólo los nombra cuando se refiere a la desigualdad de oportunidades y cuando propone reformular la acción de Mideplan.
• Sebastián Piñera: El presidenciable de RN tiene un ítem completo de propuestas detalladas para este sector, entre ellas crear el Servicio Nacional de la Discapacidad, incorporación laboral y adaptación de infraestructura, entre otras.
• Tomás Hirsh: No los nombra dentro de los temas prioritarios de su plataforma programática
Pablo Ramírez Torrejón (PD).