Error de cálculo en compra de TAG genera pérdidas al Fisco por $ 5.175 millones.

Ministerio de Obras Públicas debió iniciar proceso de pago por 450 mil dispositivos extra a las empresas concesionarias de las autopistas de Santiago.



Error de cálculo en compra de TAG genera pérdidas al Fisco por $ 5.175 millones. En 2004 el ex ministro Javier Etcheverry fue informado del posible agotamiento del stock inicial de 900 mil televías, debido a un error en el análisis de la demanda de usuarios. Por ello, acordó con las empresas adquirir más aparatos, pero a cuenta del Estado.



Unos $ 5.175 millones le costó al Fisco el error de cálculo cometido por los organismos gubernamentales que analizaron cuál era la cantidad de usuarios del mercado automotriz de la Región Metropolitana que utilizarían las cuatro autopistas urbanas de Santiago. En menos de un año el gobierno tuvo que costear el aumento desde 900 mil a 1.350.000 de los dispositivos electrónicos disponibles para que los usuarios pudieran acceder al sistema de vía libre.
Aunque el problema se gestó a fines de la década pasada -antes que se adjudicara Costanera Norte, una de las cuatro carreteras urbanas-, el hecho clave que detonó el problema ocurrió el año pasado: la explosiva demanda experimentada por los denominados TAG gratuitos obligó al gobierno a aplazar la puesta en marcha del sistema y a comprometer el pago de 450 mil unidades adicionales del dispositivo.



En septiembre de 2004, cuando se esperaba la puesta en marcha de Autopista Central -la primera de las vías concesionadas en iniciar su funcionamiento-, las oficinas comerciales de dicha empresa, además de Costanera Norte y Vespucio Norte Express, estaban abarrotadas de público que se peleaba por obtener un TAG o Televisa (como lo bautizó el gobierno). Entonces, el ex ministro de Obras Públicas (MOP), Javier Etcheverry, fue informado del posible agotamiento del stock de 900 mil aparatos gratuitos disponibles que se habían calculado inicialmente. Ello llevó al ex secretario de Estado a buscar un acuerdo con las concesionarias aún en construcción para que adquirieran unos 450 mil aparatos más, pero a cuenta del Fisco. Considerando que cada dispositivo tiene un valor de US$ 20 para el Estado, la operación final bordeó los nueve millones de dólares.


Agotamiento del mercado



Para el coordinador de Concesiones del Ministerio de Obras Públicas, Camilo Rojas, "el Estado ya hizo un tremendo esfuerzo, cubrió el parque automotriz de la Región Metropolitana y de las zonas aledañas, como la V y VI Región". La autoridad planteó que "ahora que se acerca el término de los dispositivos en stock a mediados de diciembre, a modo personal creo que es justo y legítimo que se den dos escenarios: que los concesionarios lo entreguen gratuitamente o que aquellos usuarios que lo requieran paguen su costo. En todo caso, no es una decisión que esté tomada", dice. A un año de la costosa negociación, las empresas concesionarias vislumbran el fin de la llamada "ventana de gratuidad", proyectándose que para mediados de diciembre ya no quedarán aparatos gratuitos disponibles.

Ello obligaría a los usuarios que aún no hayan firmado el contrato de comodato con alguna de las cuatro autopistas a adquirir comercialmente sus TAG, por cerca de $ 38.000 cada unidad, puesto que aún no está definido el destino del sistema. Hasta ahora, Costanera Norte sólo dispone de algo más de 125 mil aparatos, Vespucio Norte Extress ya no cuenta con stock. Autopista Central evitó entregar sus cifras y Vespucio Sur -la cuarta concesionaria- está distribuyendo parte de los 50 mil aparatos comprometidos por su contrato. Esta última concesionaria es la única que no suscribió un convenio para la adquisición de TAG adicionales.

Aunque el MOP evalúa el nuevo escenario como "menos preocupante", dado que ya son muy pocos los capitalinos que no han adquirido su Televisa, la situación podría ser más complicada, pues a mediano plazo se concretará el proyecto para instalar el sistema de flujo libre en las carreteras interurbanas de Santiago-Valparaíso, Autopista del Sol y Santiago-Los Vilos, entre otras. Así habría que analizar una nueva fórmula de adquisiciones a cuenta del Estado, encareciendo los actuales compromisos con el sector privado.



Aporte de La Tercera 12 de Septiembre de 2005

Pablo Ramírez Torrejón